El debate encendido sobre las características y peculiaridades que ofrece el juego de cartas más popular del mundo se mantiene con el pasar de los años en una lucha sin cuartel en la que se defiende la postura de ser un juego mental que, sin el ejercicio y la participación de la inteligencia, no es posible ganar, y otra en la que se asegura que es puro azar.
Dentro de este segundo grupo, de aquellos que lo confían todo a la suerte, se despliega todo un mundo de amuletos, sortilegios, magias que se suponen actores decisivos en cada partida. Incluso muchos de los que reconocen en este juego de naipes un entorno matemático, de profundidad psicológica, de aprendizaje y experiencia, no niegan la influencia y el poder que ejerce una pata de conejo en su bolsillo o de llevar puestos los calcetines de la suerte.
Cada cual lidia con sus supersticiones, sin embargo, hay una serie de creencias fuertemente arraigadas en el consciente colectivo de la comunidad jugadora que bien merece la pena repasar. Es recomendable comenzar a jugar al póker en la página a la que redirige el enlace sugerido y comprobar la efectividad, o la pérdida de tiempo, que es el amuleto o el ritual mágico que se realice antes de cada partida.
En cualquier caso, estos son algunos de los mitos, supersticiones y leyendas más populares que permanecen latentes en el mundo del póker.
La mano del diablo y la mano del muerto
Por algún motivo supersticioso desconocido, la pareja conformada por un As de Picas y un As de Tréboles se piensa que trae mala suerte a quien la recibe. También conocida como la Mano de la Muerte, por lo que no hay que confundir con otra de nombre la Mano del Muerto, en este caso se trata de una doble pareja de ases y ochos y que también produce un mal desempeño en el resto de la partida, sin embargo, en este caso, sí que tiene un dato histórico; El 2 de agosto de 1876, James Butler Hickock (el salvaje Will) jugaba con Jack McCall, conocido delincuente, que tras perder y antes de marcharse le disparó varias veces. Cuando Will cayó al suelo, portaba esta doble pareja de ases y ochos… la mano del muerto.
El uso de los protectores de cartas
Una creencia sin fundamento alguno, pero muy extendida en las mesas de póker y en otros juegos de casino, son los protectores de cartas que, colocados sobre las cartas iniciales, tienen la misión de imposibilitar que el dealer estropee la mano. Cualquier objeto puede valer, desde una moneda hasta un amuleto de cualquier tipo, siempre que se permita en la mesa. Las figuritas de tiburones de Humberto Brenes se han hecho populares, ya que, según este profesional, es uno de los motivos por los que ha conseguido ganar 6,1 millones de dólares en este juego y dos brazaletes de la WSOP. Greg Rayme traía fósiles, Johnny Chan naranjas…
El número de la bestia
La mitología católica achaca al número 666 todo tipo de malos augurios. Esta cifra relacionada con el diablo o con la bestia atrae a la mala suerte. En el poker sería recibir una pareja de 6 que, como cabe suponer, no implica nada negativo, es solo la cultura popular llevada a este juego de cartas.
Manos de la suerte
Una pregunta bastante habitual entre los que comienzan a jugar, pero sin dominar la estrategia más básica, es la de saber cuál es la mano favorita. La mayoría responderá la pareja de ases en el Texas Hold´em, aunque la combinación 9 y 7 de un mismo palo también es buena para obtener beneficios con los stacks elevados. En cualquier caso, este concepto y su relación con la buena suerte abre el más amplio espectro de supersticiones sobre esta dualidad favorita – ganadora.
Otra supuesta mano de la suerte, en este caso negativa, es la que obliga a perder la primera mano de un torneo. De este modo, los jugadores habrán evitado un maleficio que les durará toda la competición, es como no romper un espejo o evitar pasar por debajo de la escalera.
Tirar sal
Aplicada a distintos entornos lúdicos y también sociales, cobra especial importancia en las partidas de poker. Para contrarrestar la posible entrada de mala suerte no son pocos los jugadores que antes de empezar tiran un poco de sal sobre su hombro izquierdo y con la mano derecha. Se trata de una superstición popular con origen en el Imperio Romano, cuando la sal era un bien difícil de obtener, por lo que derramarla sin querer resultaba algo muy desafortunado… en consecuencia, tirarlo queriendo suponía todo lo contrario… Una creencia sin lógica alguna, pero así es la historia y los temores del hombre.
Otras leyendas y supersticiones en el poker
Para terminar, bien merece la pena señalar otros mitos sin fundamento que, en ocasiones, repercuten en la habilidad y concentración del jugador, por lo que es aconsejable no seguir ninguno de ellos.
Existe la Maldición del Campeón Mundial que dice que después de ganar este torneo ocurrirá una desgracia en el entorno familiar, y la creencia de que en los casinos existe una silla caliente que traerá buena suerte en las partidas y una silla fría que actuará en sentido contrario.